11 de octubre de 2007

Nostalgias


Este texto fue escrito en un pequeño cantero en el medio de la Avenida Nueve de Julio (Y bueno, la inspiración llega cuando llega...) saqué de mi bolso el cuaderno que me acompaña a todas partes (justamente porque sé que la inspiración me llega en cualquier parte) y "vomité" todo el texto que sigue a continuación.








Siempre es igual... cada vez que me voy, mientras siento cómo un colectivo holgazán hace una muy lenta marcha atrás para iniciar su camino (de regreso a mi vida “normal”), te espío con anticipada nostalgia por la ventanilla que me aleja lánguidamente de vos, e internamente me (y te) prometo volver.
Pronto, de ser posible.
Hoy nos volvemos a encontrar, mí adorada Buenos Aires... convulsionada y maniática, ahogada en olores mecánicos y artificiales, adornada con caras de mirada ausente en medio de tanta presencia de más caras de mirada ausente, cubierta de humo. Pero yo veo a través del humo. Yo te observo. Sos tan hermosa...
Te respiro hondamente, me lleno la boca de una sonrisa bien extensa y te camino, y te venero desde el alma mientras todos te insultan... pobres de ellos, que no ven tus perfiles prolijamente acabados, la perspectiva de tus edificios como brazos extendiéndose intentando alcanzar un cielo inalcanzable, tus pecas verdes de pasto y árboles, seres vivientes casi intrusos entre tanto concreto muerto y tanta cabeza rancia. Edificios colmados de ventanas, ojos curiosos que dejan ver otro mundo, desde ambos lados. Balcones jubilados que vomitan perpetuos malvones de un rojo muy similar al rouge bailantero más usado. Estilos arquitectónicos venidos de todos los rincones del mundo, unidos en un mismo cóctel imposible, coexistiendo en una sicótica armonía.
Te recorro de punta a punta, generás en mí una ansiedad comparable a recibir mis invitados a alguna fiesta de cumpleaños, cuando era chiquita. Difícil explicar la emoción que despertás en mi, esa ansiedad que me hace casi casi saltar de alegría. ¡Me hacés sentir tan viva! Reprimo el grito jubiloso que se gesta en la boca de mi estómago, en su lugar suelto una carcajada libre y espontánea, y me siento en el medio de tu 9 de julio, sobre un pequeño, pequeñísimo, diminuto espacio verde. Prendo un cigarrillo. Te miro, te siento en la piel... noto que podrían traerme hasta acá con los ojos vendados, y al respirarte sabría sin dudar dónde estoy, tu presencia se siente en la piel. Me encanta saborearte. Te disfruto mientras jugueteo con el pucho en la mano y el humo en la lengua.
Respiro hondo y redescubro tu obelisco traspasando el centro de tu corazón, rodeado de arterias de cemento transitadas por más seres anónimos que de tanto verte ya no te ven. Tan hermosamente simple. Erguido, presuntuoso, gritando su “porteñez” a los cuatro vientos. Dejando ver su soberanía a todo aquél que desee hacerlo, como para que no queden dudas de que él ES Buenos Aires.
Y yo me sobrecojo cuando te miro de noche, llena de luciérnagas de 220 voltios vos, y de mariposas mi panza, y la melancolía que me invade de a poco hasta llegar a ese espacio no muy definido de mi pecho... el vértigo cuando piso tu suelo, la emoción de sentirme de nuevo en vos, esa cosa de mirarte como en un plano general y divisar entre tus edificios que estás llena de oportunidades y secretos, aventuras gestándose, historias esperando ser creadas y recuerdos por recordar.
Cuando estoy en vos me siento viva. Pero viva de verdad, viva en el espíritu, en mi esencia. Se desperezan mis sueños, se me aguzan las certezas, me sacudo los “peros” y los “talveces” y me empapo de “¡si! ¡claro que si!” y de “¿Por qué no?”...
Y ahora me voy, Ciudad Porteña de mi corazón... y te hago esta indisoluble promesa de volver. Nos vamos a volver a ver muy pronto.
Y algún día, tal vez... no necesite volver a despedirme de vos, con el corazón estallando de tristeza y los ojos inundados de lágrimas de desesperanza, como hoy.

6 comentarios:

Gurisa dijo...

Mujer!! Acabás de escribir un tango!!!

Corazón de arrabalera tenés vos, eh?

Besos.

Taio dijo...

Gurisa: creo que logré mi objetivo... esta es mi declaración de amor incondicional a esta hermosa ciudad... se notó?

Graciela L Arguello dijo...

Hermosa descripción, Taio. Me reconcilia con una Buenos Aires que siempre me ha parecido algo frenética y bastante impersonal. Pero me pregunto ¿a dónde te estás yendo? Porque estás algo perdida " de los lugares que solía frecuentar", como dicen los partes policiales.
De nuevo te felicito por tu post, y te mando un beso, Graciela

Taio dijo...

Grace: época de cambios en mi vida, muchos cambios por venir. Capital Federal es MI lugar por adopción. Por ahora mi lugar "por obligación" es el pueblo del hermoso balneario que describí en el post anterior.
Mas que andar perdida, ando encontrada: me estoy encontrando conmigo, con quien quiero ser, y a donde quiero ir.
Gracias por pasar y por las felicitaciones, besote grande!!

Anónimo dijo...

La verdad aterrize en este blog de casualidad jajajaja, empece a leer un post me atrapo y dije bueno a ver, vamos a hacer click en uno mas y me encanto.

Saludos.... Nacho

http://epis.obolog.com/ (ese es mi blog)

Taio dijo...

Nacho: las casualidades suelen tener finales tan inesperados como felices. Me alegro que te haya gustado, beso!!
(En cualquier momento me paso por tu blog...)